domingo, 26 de abril de 2015

VACACIONES A LA VISTA


No es que trate de hacer más fácil el retorno al lunes, que tampoco está mal. Es que se acerca, o ya está aquí, la planificación de las vacaciones. Y ese es uno de los momentos en los que nos ponemos a prueba como familia y como pareja. 
“ Este año no pienso perder de vista al mayor, que entra ya en una edad que no quiero despistarme...”
“ Queríamos irnos los dos solos con los niños pero al final...iremos con sus hermanos”
“Pretendo irme a la sierra a casa de mis padres esas tres semanas que yo no trabajo y el si, porque con el calor que hace aquí...pero ya veremos!”
“Si le quedan cuatro para septiembre me da igual! No voy a tolerar que nos vuelva a fastidiar las vacaciones!”
Estas son frases propias de nuestras conversaciones preparatorias. Y del modo en que resolvamos estos pequeños, o grandes, desafíos dependerá el éxito de nuestras vacaciones. 
Luego en septiembre siempre hay algún titular que nos recuerda que las vacaciones son el momento en el que se producen mayores y más frecuentes crisis de pareja. 
Pues bien, es ahora el momento de planificar y evitar que ocurra nada parecido en nuestra casa. 
Como siempre la clave está en poner al otro por delante de todo y de todos. Te importa su opinión y que estéis bien los dos por encima de cualquier otro criterio. 
Lo hablareis, escuchándoos de verdad y teniendo en cuenta lo que el otro prefiere y por qué. 
Y sobre todo, planificaréis las vacaciones como un periodo de inversión intensiva en vuestra vida familiar y de pareja. Que salgáis ganando,  que disfrutéis de verdad y que volváis con ganas de estar mas tiempo juntos. 
Que sean un referente para el resto del año. Que os sirvan para tener presente  lo bien que os salen las cosas cuando os regaláis tiempo y pasáis largos ratos juntos. 

domingo, 12 de abril de 2015

BUSCA AYUDA

Semana tras semana me voy encontrando en el despacho con parejas que buscan ayuda. Se han dado cuenta de que sus problemas van más allá de lo que habitualmente se resuelve con un paseo, una conversación abierta y un abrazo. Y por eso no vacilan en acudir a alguien que les ayude a reparar aquello que no va bien.

Pero primero hay que pasar por una fase de limpieza a fondo en casa. No podemos barrer debajo de la alfombra mirando para otro lado si pensamos que tenemos problemas, pequeños o medianos. Debemos afrontarlos con valentía y tratar entre los dos de resolverlos.

Pero si veis que no lo lográis, no lo dudéis. Levantad la bandera roja. Ese será vuestro primer triunfo. A mis clientes suelo decirles que al tomar la decisión de buscar ayuda, poniéndose en manos de un profesional, ya han recorrido el 70% del camino. Porque ya están juntos en eso. En querer resolver, hasta el punto de abrir su caja de los truenos a una tercera persona. Y digo hasta el punto porque realmente cuesta dar el paso. Semanas, a veces meses desde que se ve claro que necesitan ayuda hasta que descuelgan el teléfono.

Es normal. Estamos hablando de los tejidos más íntimos de la relación y por tanto de la persona. Y cuesta dejarse ver por dentro. Y reconocer todo aquello que no hemos hecho bien. Cuesta mucho. Pero vale la pena. Vale la pena dejarse guiar por alguien que os entienda y que os ayude a remontar. Que os acompañe en el camino de vuelta. Porque queréis seguir siendo felices juntos.

domingo, 5 de abril de 2015

EL TRABAJO EN SU SITIO

El otro día en una cena me ponían al día de una persona que,sin haber cumplido los  cuarenta, y con un puesto directivo en una multinacional, ha presentado su dimisión. 
Estaba cansado de un ritmo que le dejaba poco, muy poco de vida familiar.
" !Qué chalado! ¡Con la que está cayendo!”
Nuestro protagonista no es el único. Y actitudes como la suya definen a personas para quienes la familia de verdad es lo primero.
“He renunciado a esa promoción porque sabía que iba a acabar a las tantas todos los días”
“Paso de quedarme a tomar copas con el jefe después del trabajo, aunque sé que en mi empresa eso significa: adiós ascenso”
“He dicho que quería dejar de viajar para dormir siempre que pueda en casa y sé que con eso me he cargado mi carrera”
!!!Enhorabuena!!!
Eso sí que es poner la familia por delante. Con hechos. Y es normal. Si has decidido tener una familia, lo lógico es que ese gran proyecto personal vaya por delante en el orden de prioridades que el proyecto profesional. 
No te arrepentirás. Ya sabes. El día de mañana, cuando ya no estés, pervivirás en tu familia. 
No en tus jefes, ni en tus compañeros, ni en tus  clientes...