domingo, 11 de enero de 2015

CON MIRADA POSITIVA

Enamorarse es entusiasmarse, sorprenderse ante lo que vale el otro, pasmarse de que alguien pueda ser así.  En el enamoramiento hay fascinación, hay admiración; y por lo tanto en la relación amorosa eso debe continuar. Y si no la hay, habrá que fomentarla, no digo inventarla, pero si soplar para que aquello vuelva a arder.
Lo contrario es afincarse en el comentario rutinario que ironiza acerca de nuestra pareja. Casi en tono de broma, como algo socialmente exitoso por la gracia que puede tener…pero maldita la gracia que tiene estar al lado de alguien a quien realmente no admiras. Por lo tanto, mejor no hacer bromas ni comentarios gratuitos, sino más bien y por el contrario tratar de encontrar el antídoto a ese sentimiento.
A Lourdes se la ha caído Pepe del pedestal. Quizás es que nunca debió estar, pero lo cierto es que ella echa de menos tenerle allí alto. 

“Yo me acuerdo que le veía y pensaba, ¡qué tío más guapo! Y me encantaba y me hacía gracia y estaba deseando estar con él. Pero ahora le veo y sí me sigue pareciendo guapo pero nada que ver con ese modo de mirarle..."
Ahí está la cuestión, en la mirada. 
Es como con los niños. Llega Tomás, cuatro años, con los pantalones rotos por la rodilla, unos berretes tremendos en la boca y por supuesto unos pelos de loco. Ante ese panorama podemos reaccionar con mirada crítica diciéndole:
“Pero dónde vas así, con esas pintas, todo sucio. Ahora a volverte a peinar ¿no? Como si no tuviera otra cosa que hacer…y ese pantalón ¡te lo has cargado!
O bien, podemos cambiar la mirada y decirle:
“Anda ¿de dónde sales? Ya veo que te lo has pasado bien ¿eh? ¿Que? ¿has estado haciendo paradones de rodillas? ¿Y te han colado alguno o no? Seguro que no porque menudo portero estás hecho…¿Y qué has merendado? ya veo que te has puesto las botas ¿eh?”
Es el mismo niño y la misma escena pero la mirada ha cambiado. 
Es una mirada indulgente frente a una mirada exigente e implacable con los errores ajenos. Una mirada que busca lo positivo frente a una mirada empeñada en ver lo que no va. Una mirada que realza los valores del otro frente a una mirada que pone la lupa de aumento en sus defectos.
Pues eso. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario