Pero hay otros celos, celos de sus amigos, celos de su familia, celos incluso de sus aficiones… normalmente la persona que siente estos celos de elementos que rodean su pareja, puede tener una baja seguridad en sí mismo que le lleva a sentirse inquieto y a ver competencia en esos elementos.
No dejes que eso te ocurra, respira hondo, mira tu pareja y piensa que sois el uno para el otro. Disfrútalo, llénate de ese sentimiento de mutua entrega y mutua posesión. Y rechaza con un fuerte revés esos pensamientos. Gana seguridad al sentirte querido. Elabora este pensamiento, es el mejor antídoto.
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